Los textos argumentativos son herramientas poderosas en nuestra comunicación diaria. Su propósito va más allá de presentar información, buscando convencer al lector sobre una determinada postura o idea. Este tipo de textos es especialmente relevante en ámbitos académicos, profesionales y de marketing, donde la persuasión juega un papel fundamental.
Si estás interesado en aprender a crear un texto argumentativo que sea efectivo y cumpla su cometido, es crucial comprender su naturaleza, estructura y las técnicas que puedes utilizar. Veamos cómo puedes lograrlo a través de los siguientes puntos clave.
¿Qué es un texto argumentativo?
Un texto argumentativo es aquel que presenta una serie de argumentos con el fin de apoyar una tesis o punto de vista determinado. La intención es influir en la forma de pensar del lector, motivándolo a aceptar y adoptar la perspectiva del autor.

Para lograr su propósito, se debe mantener la objetividad y contar con una base sólida de evidencia que respalde las afirmaciones realizadas. Esto puede incluir datos estadísticos, citas de expertos y otros recursos que fortalezcan la argumentación.
La elección de un lenguaje claro y preciso es fundamental, así como el uso de recursos retóricos y conectores verbales que ayuden a mejorar la fluidez y coherencia del texto. Un buen texto argumentativo puede ser un ensayo, una columna de opinión o cualquier otra composición que persiga la persuasión.
¿Cuál es la estructura de un texto argumentativo?
La estructura de un texto argumentativo suele estar dividida en tres partes principales: introducción, desarrollo y conclusión. Cada sección cumple una función específica en la construcción del argumento:
- Introducción: Se presenta la tesis, es decir, la afirmación o idea que se va a argumentar a lo largo del texto.
- Desarrollo: Se exponen los argumentos que sostienen la tesis, acompañados de la evidencia correspondiente. Aquí también se pueden abordar puntos de vista contrarios para refutarlos.
- Conclusión: Se resume la argumentación y se refuerza la tesis, buscando dejar una impresión duradera en el lector.
Es importante que, al estructurar los argumentos, se mantenga una secuencia lógica y se conecten adecuadamente las ideas con conectores verbales que garanticen la fluidez del texto.
¿Cómo hacer un texto argumentativo?
Crear un texto argumentativo efectivo requiere de planificación y técnicas de redacción adecuadas. Aquí te presentamos varios pasos que puedes seguir para estructurar tus ideas y escribir un texto convincente:
- Define claramente tu tesis o la posición que quieres argumentar.
- Investiga y recopila datos, estadísticas, testimonios y citas que respalden tus argumentos.
- Organiza tus argumentos de manera lógica, empezando por los más fuertes o relevantes.
- Utiliza un lenguaje claro y preciso, evitando ambigüedades y falacias lógicas.
- Esboza un borrador siguiendo la estructura de introducción, desarrollo y conclusión.
- Revise y edita tu texto para mejorar la coherencia, ortografía y gramática.
Además, es recomendable que practiques la empatía, colocándote en la posición de tu audiencia para anticipar posibles objeciones y preguntas, y así poder abordarlas dentro de tu texto.
Ejemplos de textos argumentativos
Para ilustrar estos conceptos, veamos algunos ejemplos prácticos de textos argumentativos. Podemos encontrar textos argumentativos en diferentes contextos como:
- Artículos de opinión en periódicos que defienden una postura política.
- Ensayos académicos que argumentan la validez de una teoría científica.
- Discursos que buscan movilizar a la acción en pro de una causa social.
- Reseñas de productos que argumentan su superioridad o defectos frente a otros similares.
Cada uno de estos ejemplos tiene como denominador común la intención de persuadir al lector a través de una serie de argumentos cuidadosamente estructurados y apoyados por evidencia.
Características de los textos argumentativos
Los textos argumentativos presentan una serie de características distintivas que los diferencian de otros tipos de textos:
- Presencia de una tesis clara y definida que el autor busca defender.
- Uso de argumentos lógicos y razonamientos para sustentar dicha tesis.
- Inclusión de evidencia y datos concretos que apoyen los argumentos presentados.
- Empleo de conectores lógicos para articular las ideas y fortalecer la coherencia del texto.
- Neutralidad y objetividad en la presentación de los argumentos, aunque el texto tenga una posición definida.
Estas características son esenciales para garantizar la efectividad y el poder de persuasión del texto argumentativo.
Tipos de textos argumentativos
Existen diversos tipos de textos argumentativos que varían según el propósito y el público al que se dirigen. Algunos de los más comunes son:
- Ensayos: donde se explora a fondo un tema y se presenta una argumentación detallada.
- Editoriales: artículos de opinión en medios de comunicación que buscan influir en la opinión pública.
- Discursos: textos orales diseñados para convencer a una audiencia sobre determinado punto de vista.
- Literatura de opinión: se incluyen aquí las cartas al director y las columnas de opinión personal.
- Textos jurídicos: donde se argumenta a favor o en contra de una decisión legal o judicial.
Cada uno de estos tipos de texto se ajusta a diferentes situaciones y requiere de estrategias argumentativas acordes a su formato y audiencia.
Antes de continuar, observemos un video que nos ofrece una explicación detallada sobre cómo redactar un texto argumentativo:
Preguntas relacionadas sobre la redacción de textos argumentativos
¿Cómo se debe elaborar un texto argumentativo?
Para elaborar un texto argumentativo se debe seguir una estructura clara y contar con una tesis bien definida. Se comienza con una introducción que plantea el tema y la posición del autor, seguido de un desarrollo donde se presentan los argumentos con su respectiva evidencia, y se finaliza con una conclusión que sintetiza los puntos expuestos y reafirma la posición.
Además, es importante revisar el texto para corregir errores y asegurarse de que los argumentos sean sólidos y estén bien fundamentados. El uso adecuado de conectores verbales y otros recursos retóricos es clave para mantener la fluidez y cohesión del texto.
¿Cómo crear un texto argumentativo?
Crear un texto argumentativo implica seleccionar un tema de interés y plantear una tesis que será el eje de la composición. Posteriormente, se elaboran argumentos que la sustenten y se buscan fuentes de información confiables que aporten credibilidad. Es fundamental mantener una estructura organizada y utilizar un lenguaje claro y persuasivo.
Una vez redactado, es esencial revisar y editar el texto para pulir la argumentación y asegurar la máxima efectividad en la comunicación de las ideas.
¿Qué es un texto argumentativo y un ejemplo?
Un texto argumentativo es aquel que expone una serie de argumentos con el objetivo de persuadir al lector respecto a una idea o postura. Por ejemplo, un ensayo que argumente la importancia de la educación ambiental en las escuelas, utilizando datos sobre el cambio climático y su impacto en la sociedad, es un texto argumentativo.
El autor deberá presentar argumentos convincentes, apoyados por estudios y estadísticas, para convencer al lector de la pertinencia de integrar la educación ambiental en el currículo escolar.
¿Cómo empezar a escribir un texto argumentativo?
Para empezar a escribir un texto argumentativo, primero es necesario definir el tema y la tesis que se va a desarrollar. Luego, se debe elaborar un esquema o plan que organice los principales argumentos y puntos de apoyo.
La introducción del texto debe captar la atención del lector y presentar claramente la tesis. Puedes comenzar con una cita relevante, un dato impactante o una pregunta que genere interés. Es importante que desde el principio se establezca el enfoque y el tono del texto.
A través de la exposición de estas secciones, hemos abordado qué es un texto argumentativo, ejemplos y cómo crearlo para que funcione, proporcionando una guía útil para aquellos interesados en perfeccionar sus habilidades de redacción y persuasión. Con práctica y dedicación, cualquier persona puede aprender a escribir textos argumentativos que sean claros, lógicos y, sobre todo, convincentes.